Independencia hispanoamericana y Guerra de Cuba
En la primera mitad del siglo XIX en América tuvieron lugar una serie de conflictos bélicos entre 1808 y 1824 conocidos como las Guerras Hispanoamericanas, divididas en dos etapas (1808-1815 y 1816-1824). Estas transcurrieron en las antiguas posesiones coloniales en América, que buscaban su independencia del imperio español, enfrentando así al bando de los patriotas contra el bando de los realistas.
Las principales causas de este acontecimiento fueron esencialmente dos. La primera, la existencia de una elite de españoles y criollos, grupo minoritario pero sin embargo económicamente el más poderoso. Estos se encontraban descontentos porque los españoles controlaban el comercio, la recaudación de impuestos y la política. La segunda, la presencia del liberalismo y nacionalismo debido a la Revolución Francesa, la Independencia de EE. UU. y el interés de Inglaterra por comerciar libremente con las colonias.
El proceso de Independencia Hispanoamericana tiene su inicio entre 1808 y 1810 con la conformación de las juntas de gobierno autónomas en las antiguas posesiones coloniales de España en América, estas se crearon como una consecuencia de la ocupación de la Península Ibérica y las abdicaciones de Bayona (ya que los franceses habían intentado imponer su autoridad sobre las posesiones coloniales americanas). Las juntas proclamaron la independencia del territorio, mantuvieron relaciones diplomáticas con Inglaterra e incluso promulgaron constituciones. Sin embargo, con la vuelta de Fernando VII (1814) hubo un cambio en la gestión española en América y España recuperó los territorios perdidos salvo El Río de la Plata.
En 1816 surgió un movimiento en Argentina bajo el liderazgo del general San Martín, este proclamó la independencia y logró derrotar a los ejércitos de los realistas en Chacabuco y Maipú, lo que originó la independencia de Chile en 1818. La independencia de Colombia se consiguió en el año 1819 de la mano de Simón Bolívar y creó la República de la Gran Colombia (formada por las actuales Colombia, Panamá, Venezuela y Ecuador). Durante el Trienio Liberas San Martin y Bolívar atacaron Perú y consiguieron su independencia en 1824.
Otros territorios que obtuvieron su independencia fueron México en 1821 de la mano de Agustín de Iturbide, Bolivia en el año 1825 y Uruguay en el año 1828.
En la segunda mitad del siglo XIX España solo conservaba algunas islas del que había sido su imperio colonial transoceánico, las cuales eran Filipinas, Puerto Rico y Cuba. Esta última fue la más apreciada por los españoles y durante la independencia hispanoamericana había permanecido fiel a la corona española hasta que en 1868, con el destronamiento de Isabel II, tiene lugar la primera guerra de independencia. Esta es conocida como el Grito de Yara y es donde Carlos Manuel de Céspedes inicia una lucha. A su vez en los Estados Unidos estaba constituyéndose Partido Revolucionario Cubano encabezado por José Martí.
Diez años más tarde, en 1878, la guerra se dio por finalizada con la Paz de Zanjón y entre ambas partes se hicieron concesiones. Por un lado, el general Martínez Campos concede la libertad a los esclavos que se hallaban en las filas insurrectas, mientras que también se permitía a cualquiera marcharse de la isla proporcionando así el gobierno español todos los medios.
En 1895 tuvo lugar una segunda etapa encabezada por José Martí y Antonio Maceo. Ante esta situación España frenó los ataques revolucionarios pero el ejército de José Martí logró ocupar el este de la isla y con la intención de avanzar hacia el oeste (donde verdaderamente se encontraban el núcleo económico y el mayor número de esclavos).
Finalmente, la guerra llegaría a su fin con la entrada de Estados Unidos debido a la destrucción del acorazado Maine. Este le declaró la guerra a España y logrando vencer al ejército español en Cuba y Filipinas que, junto a Puerto Rico, fueron cedidas por España a Estados Unidos tras la firma del Tratado de París en el año 1898.
Tras la firma de este tratado España perdía los restos del imperio colonial lo que sumió España en una crisis que afectó a toda la sociedad. Las características de esta fueron; el incremento de un sentimiento antimilitarista ya que la clase social que iba a la guerra era la más pobre, una cantidad alta de pérdidas humanas (junto con mutilados y heridos) y un resentimiento hacia los políticos ya que el Ejercito sentía que había sido utilizado y abandonado por el Gobierno.
África Cervera Campos 2ºBAC-F