La Dama de la Lámpara

06.03.2023

Florence Nightingale, madre de la enfermería moderna y mujer por la cual el día de la enfermería se celebra el 12 de mayo, conmemorando su nacimiento. Entre muchas de las labores realizadas por la británica destacan sus labores en los hospitales bélicos durante la guerra de Crimea, la creación de la primera escuela de enfermería en el hospital St Thomas de Londres y también que fue la primera mujer en recibir la orden del mérito en 1907, por parte del rey Eduardo VII.

William Edward Nightingale , padre de la enfermera, se interesó especialmente en su educación, dónde desde una temprana edad destacaría en matemáticas e idiomas, pudiendo leer y escribir en francés, alemán, latín, italiano y griego. Criada en un ambiente religioso comenzó a interesarse por la enfermería para servir a la humanidad, pero también a Dios. Finalmente consiguió formarse en ese ámbito en el año 1844 tras la oposición de parte de su familia, especialmente de su madre y hermana, pues en la época una mujer de clase acomodada como era Florence estaba destinada a casarse y no a estudiar para después trabajar de ello.

Los años venideros Florence los pasó visitando centros sanitarios de diferentes países, recogiendo todos sus aprendizajes en un diario que después publicaría en 1859 bajo el título de "Notas sobre enfermería: qué es y qué no es", el cual sirvió como base de estudios para la Escuela Nightingale y otras que decidieron seguir el mismo modelo.  

Llega el año 1853 y estalla la guerra de Crimea, entre el imperio turco- otomano y Rusia; Francia e Inglaterra entraron en el conflicto del lado turco para evitar el avance ruso. La guerra avanzaba y los informes de la prensa confirmaban que los soldados heridos estaban siendo tratados en un recinto sin experiencia, donde los suministros y condiciones básicas no hacían acto de presencia. Ante estos datos el pueblo se levantará exigiendo un mejor trato a sus combatientes, y será aquí donde Florence Nightingale tomará cartas en el asunto, tras la petición por parte del secretario de estado para que dirigiera un grupo de enfermeras al frente. Así fue como la segunda hija de la familia Nightingale partió el 21 de octubre de 1854 de la mano de 38 enfermeras cara al Barrack Hospital, donde llegaría el 5 de noviembre de ese mismo año. Una vez allí la situación era peor de lo que esperaban, los soldados estaban siendo atendidos por un cuerpo médico superado por la gravedad de la situación, frente a la cual los altos mandos militares se mantenían indiferentes; los suministros médicos escaseaban, la higiene era lamentable y las infecciones abundaban sin olvidarnos de que la comida escaseaba. En su primer verano allí parecía no levantar cabeza, hasta marzo de 1855 que el gobierno británico mandó una comisión sanitaria a Scutari. Florence ordenó la ventilación del hospital, al igual que la limpieza de los vertederos que contaminaban el lugar. Estas acciones se vieron complementadas con los fondos proporcionados por London Times, gracias a los cuales la británica reclutó a las mujeres de los soldados a que ayudaran en la lavandería, consiguió que las enfermeras pudieran llevar á cabo los cuidados básicos que al principio se les dificultaron por la negación y desconfianza de los médicos de cara a Florence y su equipo. Nightingale impuso de forma obligatoria la higiene personal mediante baños y ropa o vendajes limpios. Inició la atención cara a los problemas psicológicos de sus internos, las cuales atendió y ayudó proporcionando apoyo ella misma todas las noches, se paseaba por las salas con una lámpara hablando con cada uno de sus enfermos, de ahí le viene el apodo de La dama de lámpara. Fue así como la menor de las Nightingale redujo la mortalidad entre los soldados ingleses y se ganó el respeto de la población británica. La guerra finalizó en marzo de 1856, pero Florence permaneció en Scutari hasta agosto de ese mismo año que los hospitales ya estaban listos para cerrar. Volviendo a casa como una heroína, víctima de los efectos secundarios de la fiebre de Crimea que la contagió durante sus servicios en el hospital. A pesar de todo, nada la detuvo y en Inglaterra se reunió con la reina Victoria para negociar la necesidad de reformar el sistema militar británico. Finalmente si que se llevó a cabo gracias a los meticulosos estudios y registros que llevó la enfermera en su estancia en el hospital militar

A base de fondos como muestra de gratitud y respeto, Florence fundó su propia escuela de medicina para todas aquellas mujeres interesadas en tener un empleo fuera del hogar, su modelo de trabajo fue empleado a nivel mundial por todas las matronas y aún se sigue empleando en la actualidad.

No solo los soldados del campo de batalla están en pleno agradecimiento a Florence Nightingale, si no que nosotros también deberíamos estarlo. La dama de la lámpara es una figura eterna que abrió el camino no solo a las mujeres de la época sino también de la actualidad. Ya lo dijo Henri Dunant, fundador de la cruz roja, en una visita a Londres "Es a una dama que todo el honor de esta convención es debido. Lo que me inspiró a viajar a Italia durante la guerra de 1859, fue el trabajo de Miss Florence Nightingale en Crimea". 

Aarón Fuentes Martínez 2D  

¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar
Utilizamos cookies para permitir un correcto funcionamiento y seguro en nuestra página web, y para ofrecer la mejor experiencia posible al usuario.

Configuración avanzada

Puedes personalizar tus preferencias de cookies aquí. Habilita o deshabilita las siguientes categorías y guarda tu selección.