La Guerra Hispanoamericana
La Guerra Hispanoamericana y la Guerra de Cuba fueron dos conflictos armados que
tuvieron lugar a finales del siglo XIX y que tuvieron un impacto significativo en la historia de
España, Cuba y Estados Unidos. Ambas guerras fueron el resultado de una combinación de
tensiones políticas, económicas e ideológicas, y formaron parte de un período de intensa
actividad imperialista y rivalidad entre las potencias mundiales de la época.
La Guerra de Cuba tuvo lugar en el contexto de un largo proceso de lucha por la
independencia de Cuba que comenzó en 1868 y se prolongó durante más de tres décadas.
Los cubanos estaban luchando contra el régimen colonial español y buscaban su
independencia y soberanía. La lucha fue liderada por figuras como Carlos Manuel de
Céspedes, quien inició la Guerra de Independencia de 1868, y José Martí, quien organizó el
Partido Revolucionario Cubano en 1892.
El movimiento independentista cubano también recibió apoyo de figuras influyentes en los
Estados Unidos, como el escritor y periodista Joseph Pulitzer y el empresario William
Randolph Hearst, quienes publicaron noticias sensacionalistas en sus periódicos sobre la
situación en Cuba. Esto llevó a una creciente opinión pública estadounidense que
presionaba a su gobierno para que tomara medidas en apoyo de la lucha cubana.
En 1895, los rebeldes cubanos lanzaron una nueva ofensiva liderada por el general Máximo
Gómez y el líder independentista José Martí. Los insurgentes recibieron apoyo de otros
países, incluyendo a México y a algunos países sudamericanos. Los españoles, por su
parte, desplegaron un gran número de tropas y comenzaron a emplear tácticas brutales,
como la concentración de campesinos en campos de concentración, lo que provocó un gran
número de muertes por hambre y enfermedades.
El acorazado estadounidense USS Maine fue enviado a La Habana para proteger a los
intereses estadounidenses en la isla. El 15 de febrero de 1898, el Maine explotó en el
puerto de La Habana, matando a 260 marineros. La causa exacta de la explosión nunca se
estableció con certeza, pero los periódicos amarillistas de Hearst y Pulitzer publicaron
artículos acusando a España de haber hundido el barco.
El presidente estadounidense William McKinley inicialmente buscó una solución pacífica al
conflicto, pero la presión de la opinión pública y de los líderes del Partido Republicano, que
estaban ansiosos por expandir la influencia estadounidense en el mundo, lo llevaron a
declarar la guerra a España el 25 de abril de 1898 por lo que las fuerzas estadounidenses
iniciaron una serie de operaciones militares en el Caribe y en el Pacífico. La primera acción
importante tuvo lugar en Filipinas, donde el 1 de mayo de 1898, la flota estadounidense
liderada por el almirante George Dewey destruyó la flota española en la bahía de Manila.
Después de este importante triunfo naval, las fuerzas estadounidenses desembarcaron en
la isla de Luzón y avanzaron hacia la capital, Manila, donde finalmente tomaron el control de
la ciudad.
En Cuba, las fuerzas estadounidenses desembarcaron en la bahía de Guantánamo y
comenzaron a luchar contra las fuerzas españolas en la isla. La mayoría de los combates
en Cuba se centraron alrededor de Santiago de Cuba, donde las fuerzas estadounidenses
lucharon ferozmente contra las fuerzas españolas en las colinas cercanas a la ciudad. El
general español Arsenio Linares ordenó una carga de caballería contra las líneas
estadounidenses, pero fue repelido con fuertes pérdidas. El 1 de julio de 1898, las fuerzas
estadounidenses lanzaron un asalto contra la ciudad de Santiago de Cuba y finalmente
tomaron la ciudad el 17 de julio.
En Puerto Rico, las fuerzas estadounidenses desembarcaron en la ciudad de Guánica el 25
de julio de 1898 y se enfrentaron a las fuerzas españolas en varios lugares de la isla. El
general español Manuel Macías y Casado se rindió al general estadounidense Nelson Miles
el 12 de agosto de 1898, marcando el final de las hostilidades en Puerto Rico.
Después de que España aceptara un armisticio, se iniciaron las negociaciones de paz en
París. El Tratado de París, que puso fin a la Guerra Hispanoamericana, fue firmado el 10 de
diciembre de 1898. España renunció a sus derechos sobre Cuba, Puerto Rico y Guam, y
también cedió las Filipinas a Estados Unidos a cambio de 20 millones de dólares. La guerra
catapultó a Estados Unidos a la escena mundial como una potencia imperialista y también
llevó a la adopción de políticas expansionistas y la consolidación del control de Estados
Unidos sobre sus territorios recién adquiridos.
Cuba fue cedida a Estados Unidos hasta que obtuvo su independencia en 1902. Durante la
ocupación estadounidense, se llevaron a cabo reformas políticas y sociales, pero hubo
tensiones y la economía cubana se vio afectada por la dependencia de Estados Unidos. A
pesar de obtener su independencia, la presencia estadounidense continuó y se firmó un
tratado que permitía la intervención estadounidense en los asuntos internos de Cuba para
proteger sus intereses.
La Guerra Hispanoamericana tuvo un gran impacto en España, tanto político como
económico. La derrota fue un duro golpe para la imagen del país en el ámbito internacional
y para la moral de la nación en general. Además, la guerra dejó al país sin sus colonias más
importantes y redujo su influencia en el mundo. Por esto mismo, surge la Generación del 98,
un movimiento literario y cultural que surgió a finales del siglo XIX y principios del siglo XX.
Fue un grupo de escritores e intelectuales que se caracterizaron por su preocupación por
los problemas sociales, políticos y culturales del país.
Los escritores de la Generación del 98 se enfocaron en la búsqueda de una identidad
española auténtica y en la crítica de la sociedad y la cultura españolas de la época. Entre
sus temas favoritos se encuentran la crisis de valores, la decadencia política y moral, la
pobreza, el analfabetismo y la falta de desarrollo económico. También mostraron interés por
la historia, la religión, la filosofía y las tradiciones culturales de España.
Entre los escritores más destacados de la Generación del 98 se encuentran Miguel de
Unamuno, Pío Baroja, Azorín, Antonio Machado y Ramón María del Valle-Inclán. Cada uno
de ellos desarrolló su propio estilo literario y abordó temas específicos, pero todos
compartieron una preocupación común por la situación del país y su identidad cultural.
En conclusión, la Guerra Hispanoamericana y la Guerra de Cuba fueron conflictos que
tuvieron un gran impacto en la historia de España, Cuba y Estados Unidos. La lucha por la
independencia de Cuba llevó a un enfrentamiento con España y a la intervención
estadounidense, lo que resultó en la cesión de Cuba y la pérdida de otras colonias para
España. Por otro lado, la ocupación estadounidense de Cuba tras la guerra tuvo un impacto
significativo en la isla, tanto en términos políticos como económicos, y generó tensiones
entre los cubanos y los estadounidenses. En general, estos conflictos fueron parte de un
período de intensa actividad imperialista y de rivalidad entre las principales potencias del
mundo, y dejaron una huella duradera en la historia de estos países.